Historias de entrevistas, Bogotá

Hace unos meses en Bogotá Colombia, estaba entrevistando a un agradable anciano para una visa de inmigrante. Estaba solicitando una IR5 (visa de padre de ciudadano estadounidense). Suelen ser entrevistas muy sencillas y directas. Estaba siguiendo mi línea normal de preguntas cuando, de repente, este hombre dijo algo extraño que lo cambió todo. Me habló de una ocasión en la que él ayudó a un amigo a cruzar la frontera ilegalmente. En este caso particular, no lo habría sabido sin que me lo dijera.

Es muy importante ser siempre honesto en su entrevista para la visa y era evidente que este hombre estaba tratando de ser honesto. Pero no estoy seguro de que supiera exactamente lo que estaba diciendo, ni las consecuencias de lo que decía. Quizás lo que realmente pasó no fue tan malo como parecía. Quizás si hubiera hablado con alguien que entendiera la ley de visas y el poder del lenguaje, el “no” que le di ese día podría haber sido un sí. Como funcionario consular, siempre me sentí frustrado al ver a personas honestas hacer y decir todas las cosas equivocadas. Hace unos meses, y de acuerdo con la ley estadounidense, tuve que negarle a este hombre tan amable con la “inelegibilidad” (incapacidad de otorgarle algo…o dejarle sin visa) permanente 6E. Se alejó lentamente de la ventana. El caminar lento y derrotado de alguien a quien se le niega la visa es un es algo que nunca se borrará de mi memoria.

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Historias de entrevistas, Caracas